Un gigantesco monumento hallado en el fondo del mar de Galilea, junto a otras estructuras misteriosas como una gigantesca rueda de piedra y un monumento en forma de luna, han sido descubiertos recientemente en el norte de Israel. Tan misteriosas estructuras han dejado asombrados a arqueólogos de todo el mundo: ¿quién las construyó y para qué se utilizaban?
Posiblemente se encuentren entre las estructuras más misteriosas de Israel. Pasan fácilmente inadvertidas desde la carretera, pero pueden verse claramente desde el cielo o bajo las aguas del mar de Galilea. Los monumentos prehistóricos de piedra de Gilgal Refaim, el Cairn de Jetro y la estructura circular hallada en el mar de la Galilea pasaron desapercibidos durante siglos en las regiones disputadas del Golán y Galilea, pero aún a día de hoy los arqueólogos no saben quiénes los construyeron, ni por qué.
En torno a ellas han surgido todo tipo de teorías, incluyendo las que defienden que se trata de antiguos calendarios, estructuras ceremoniales o un centro funerario para ‘entierros celestiales’, en el cual los cadáveres serían depositados sobre montículos de piedra para ser devorados por los buitres. Sin embargo, tampoco se puede obviar que no se han logrado evidencias arqueológicas que confirmen la existencia de alguna ciudad en sus cercanías, por lo que algunos investigadores han postulado que en realidad se trata de enormes monumentos con un claro significado simbólico.
Su posible antigüedad las hace aún más enigmáticas, ya que son muchos investigadores los que estiman que fueron erigidas hace entre 3.000 y 12.000 años, lo que las haría aún más antiguas que la Gran Pirámide de Guiza (Egipto) y Stonehenge en Gran Bretaña. Lo único que podemos decir con certeza de estas estructuras es que están ahí y son gigantescas.
En el año 2014 arqueólogos israelíes informaron de la existencia, al norte de Israel, de un monumento de piedra con forma de media luna y más grande que un campo de fútbol. Con unos 150 metros de longitud y 7 metros de altura, el monumento, que fue bautizado como 'Jethro Cairn,' puede verse a través de imágenes vía satélite.
La cerámica de la Edad de bronce excavada en el monumento indica que fue construido entre el 3050 a. C. y el 2650 a. C., aunque podría ser mucho más antiguo. La forma del monumento, una media luna, podría haber sido elegida para simbolizar el antiguo dios lunar Sin de Mesopotamia.
El dios lunar Sin o Naama era un dios guardián muy especial para los caldeos que vivían en la antigua ciudad de Ur. Una ciudad que en el pasado fue un centro de culto al dios lunar y cuya característica más destacada continúa siendo a día de hoy su torre-templo o zigurat, con unos 61 metros de largo, 46 metros de ancho y 21 metros de altura.
A solo un día de caminata desde dicho monumento se encuentra la antigua ciudad de la Edad de Bronce Tardía conocida como Bet Yerah, cuyo nombre significa "casa del dios de la luna" en hebreo. Asimismo, 13 kilómetros al sudeste del monumento se ha descubierto otra enigmática construcción, esta vez por debajo del nivel del mar.
No muy lejos de donde se encontró la gigantesca media luna, otra estructura enigmática ha impresionado a los arqueólogos desde que su descubrimiento fuese anunciado en el año 2013. Con un diámetro mayor que la longitud de un Boeing 747, fue descubierta en el año 2003 por un grupo de buceadores sumergida en el mar de Galilea, a unos 9 metros de profundidad.
La enorme estructura fue construida con rocas de basalto dispuestas en forma de cono. Mide 70 metros en su base, alcanza los 10 metros de altura y pesa aproximadamente unas 60.000 toneladas. Por tanto, dobla el tamaño del antiguo círculo de piedra de Stonehenge, ubicado en Inglaterra. Los arqueólogos creen que fue construida en tierra firme y más tarde quedó sumergida en el lago, aunque su datación exacta ha sido difícil de concretar.
Sin embargo, algo que los arqueólogos sí tienen claro es que este monumento era de gran importancia para quienes lo construyeron. El yacimiento de basalto más cercano se encuentra a unos pocos cientos de metros del lugar, y muchas de las piedras, que tendrían entre uno y dos metros de ancho, habrían pesado más de 90 kilos.
Posiblemente se encuentren entre las estructuras más misteriosas de Israel. Pasan fácilmente inadvertidas desde la carretera, pero pueden verse claramente desde el cielo o bajo las aguas del mar de Galilea. Los monumentos prehistóricos de piedra de Gilgal Refaim, el Cairn de Jetro y la estructura circular hallada en el mar de la Galilea pasaron desapercibidos durante siglos en las regiones disputadas del Golán y Galilea, pero aún a día de hoy los arqueólogos no saben quiénes los construyeron, ni por qué.
En torno a ellas han surgido todo tipo de teorías, incluyendo las que defienden que se trata de antiguos calendarios, estructuras ceremoniales o un centro funerario para ‘entierros celestiales’, en el cual los cadáveres serían depositados sobre montículos de piedra para ser devorados por los buitres. Sin embargo, tampoco se puede obviar que no se han logrado evidencias arqueológicas que confirmen la existencia de alguna ciudad en sus cercanías, por lo que algunos investigadores han postulado que en realidad se trata de enormes monumentos con un claro significado simbólico.
Su posible antigüedad las hace aún más enigmáticas, ya que son muchos investigadores los que estiman que fueron erigidas hace entre 3.000 y 12.000 años, lo que las haría aún más antiguas que la Gran Pirámide de Guiza (Egipto) y Stonehenge en Gran Bretaña. Lo único que podemos decir con certeza de estas estructuras es que están ahí y son gigantescas.
La colosal media luna del Cairn de Jetro
En el año 2014 arqueólogos israelíes informaron de la existencia, al norte de Israel, de un monumento de piedra con forma de media luna y más grande que un campo de fútbol. Con unos 150 metros de longitud y 7 metros de altura, el monumento, que fue bautizado como 'Jethro Cairn,' puede verse a través de imágenes vía satélite.
La cerámica de la Edad de bronce excavada en el monumento indica que fue construido entre el 3050 a. C. y el 2650 a. C., aunque podría ser mucho más antiguo. La forma del monumento, una media luna, podría haber sido elegida para simbolizar el antiguo dios lunar Sin de Mesopotamia.
El dios lunar Sin o Naama era un dios guardián muy especial para los caldeos que vivían en la antigua ciudad de Ur. Una ciudad que en el pasado fue un centro de culto al dios lunar y cuya característica más destacada continúa siendo a día de hoy su torre-templo o zigurat, con unos 61 metros de largo, 46 metros de ancho y 21 metros de altura.
A solo un día de caminata desde dicho monumento se encuentra la antigua ciudad de la Edad de Bronce Tardía conocida como Bet Yerah, cuyo nombre significa "casa del dios de la luna" en hebreo. Asimismo, 13 kilómetros al sudeste del monumento se ha descubierto otra enigmática construcción, esta vez por debajo del nivel del mar.
Unos 13 kilómetros al noroeste del mar de Galilea se ha identificado recientemente una construcción con forma de media luna que fue construida hace, aproximadamente, 5.000 años (Google Earth)
Estructura sumergida con forma de cono en el Mar de Galilea
No muy lejos de donde se encontró la gigantesca media luna, otra estructura enigmática ha impresionado a los arqueólogos desde que su descubrimiento fuese anunciado en el año 2013. Con un diámetro mayor que la longitud de un Boeing 747, fue descubierta en el año 2003 por un grupo de buceadores sumergida en el mar de Galilea, a unos 9 metros de profundidad.
La enorme estructura fue construida con rocas de basalto dispuestas en forma de cono. Mide 70 metros en su base, alcanza los 10 metros de altura y pesa aproximadamente unas 60.000 toneladas. Por tanto, dobla el tamaño del antiguo círculo de piedra de Stonehenge, ubicado en Inglaterra. Los arqueólogos creen que fue construida en tierra firme y más tarde quedó sumergida en el lago, aunque su datación exacta ha sido difícil de concretar.
Sin embargo, algo que los arqueólogos sí tienen claro es que este monumento era de gran importancia para quienes lo construyeron. El yacimiento de basalto más cercano se encuentra a unos pocos cientos de metros del lugar, y muchas de las piedras, que tendrían entre uno y dos metros de ancho, habrían pesado más de 90 kilos.
Diagrama de la estructura en forma de cono descubierta bajo la superficie del mar de Galilea. Cortesía de Shmuel Marco